Esta misma tarde me he sentado frente al jardín, me he puesto a pensar en todas las cosas que han pasado en menos de un mes y me he dado cuenta de que la mayoria de mis acciones iban dirigidas simplemente a ÉL. Todas mis escapadas las había hecho para encontrarlo, a todas las fiestas o reuniones que había asistido me había arreglado lo mejor que podía y me había puesto lo más guapa posible solo por si el azar había decidido que él y yo nos encontrarmos en esa ocasión. He tenido que esperar sí, pero, finalmente, ha valido la pena. Hace tres semanas no podía dormir, me pasaban las horas y las horas tumbada en la cama, con los ojos abiertos como platos, pensando en qué mas podía hacer para que se diera cuenta de lo mucho que le quería y, ahora, duermo profundamente cada noche, ya que sé que al día siguiente lo volveré a ver y podré volver a besarlo. Vale la pena esperar, créanme.
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