...y desconectar de tantas presiones. Un lugar en el que poder compartir gran parte de mis pensamientos, reflexiones y por qué no dudas y curiosidades. En este mundo lleno de mensajes, aplicacíones y estrés nunca viene mal un rato de desconexión para pararte a pensar en quien eres, en qué es lo que realmente quieres y te motiva a seguir hacia delante. Nunca digas que algo que deseas no merece la pena. Originalmente, nunca digas nunca.

sábado, 30 de noviembre de 2013

I'm back

Hace tiempo que dejé de escribir. ¡Me gustaba tanto! Me relajaba, me sentía  yo, capaz de transmitir mis sentimientos, me sinceraba conmigo misma e incluso a la vez mi mente generaba grandes dudas, bueno, dudillas que normalmente se iban al llegar el amanecer. Simplemente no sé por qué dejé de hacerlo, aunque puedo imaginarme a los culpables: Tuenti, Twitter, Facebook, y, cómo no, el enemigo de toda conversación física, WhatsApp.  Así como dejar de escribir, y reflexionar, poco a poco fui apartando la lectura, los ratos tirada en la cama antes de dormir escuchando, y no oyendo, las canciones y sus mensajes ocultos…  que fueron sustituidos por ratos muertos delante de la pantalla de un móvil de última generación hablando con diestro y siniestro, mirando comentarios que personas hacían acerca de su vida personal.

Pero este es el punto en el que yo me pregunto: ¿Para qué sirve todo esto? Estamos dejando de ser humanos. Humanos, cuya característica principal es la capacidad de reflexionar y hacer uso del lenguaje, pero cara a cara, por favor. Estamos dejando morir a nuestra mente poco a poco, siendo cada vez más obsesivos, dependientes y marchitando nuestras aspiraciones. Y sí, yo también me incluyo. Pero estoy dispuesta a cambiar, a volver  a ser la chica, aunque un poco más mayor, a la que le fascinaba reflejar sus pensamientos en un trozo de papel. 

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